En la actualidad, y en base a una serie de observaciones y simulaciones, se considera que esta masa de estrellas, gas, y polvo conocida como NGC 520 es el resultado de la colisión de dos galaxias de disco independientes.
La colisión que ha formado NGC 520 comenzó hace unos 300 millones de años y aún continúa hoy en día. Aunque la velocidad de las estrellas que contiene es enorme, las distancias entre ellas son tan inmensas que harían falta siglos para apreciar un cambio significante en su forma.
Esta colisión podría parecerse a la que sucederá en el futuro entre nuestra Vía Láctea y la vecina galaxia de Andrómeda (M31).